aloe

ALOE VERA

Planta perenne de la familia de las liliáceas con hojas largas y carnosas, que arrancan de la parte baja del tallo, terminando en una espiga de flores rojas, blancas y a veces amarillas.

Es originaria del norte y del este de África y crece en climas tropicales y subtropicales. Hoy se cultiva principalmente en África del Sur, América Latina, Caribe y dentro del territorio europeo, en las Islas Canarias, pues requiere una temperatura no inferior a 10ºC y disponer de muchas horas de luz.

Existen más de doscientas especies distintas de ALOE, pero se ha comprobado que la que tiene más propiedades es la ALOE BARBADENSIS o ALOE VERA, de cuyas hojas se extrae el jugo. La planta necesita de unos 4 a 5 años para desarrollar todas sus propiedades en las hojas.

EL ALOE VERA Y LA PIEL:

Mantiene la hidratación naturalmente
Así como la planta del Aloe Vera se protege a sí misma de la sequedad bajo el Sol, también lo hace en nuestra piel: la Aloverosa y otros hidratos de carbono del interior de las hojas de la planta son perfectos almacenadores tanto para la planta como para nuestra piel. De esta manera al igual que las exuberantes hojas del Aloe Vera nuestra piel se mantiene en todo momento plenamente hidratada.

Estimula la regeneración natural
Nuestra piel se regenera constantemente. Las células envejecidas se retiran y se crean las nuevas. El puro jugo de Aloe Vera estimula este proceso natural de constante regeneración intensivamente y aporta a las nuevas células una enorme reserva de sustancias nutritivas.

Anti-Aging natural y complejo reparador
La máxima responsable del envejecimiento de la piel es la oxidación celular. El puro jugo de Aloe Vera contiene una amplia gama en sustancias antioxidativas, que contrarrestan el “óxido celular”: vitaminas (A, C, E), minerales, ácidos grasos esenciales y sustancias vegetales secundarias como las saponinas y los esteroles. De esta manera podemos frenar el proceso de envejecimiento de la piel y alargar de manera natural al máximo el aspecto joven y resplandeciente de nuestra piel.

Aloe Vera, la planta milagrosa de la Antigüedad:
Desde 400 años antes de Jesucristo, se conoce esta planta de la familia de las liliáceas por su enorme capacidad de aportar hidratación y por sus efectos curativos. Cleopatra ya se cuidaba y mantenía su reconocida belleza con el puro jugo de Aloe Vera.

Hoy se sabe, que ninguna otra planta contiene más sustancias regeneradoras, (por ejemplo las vitaminas A, B, C y E), minerales, aminoácidos, enzimas y valiosos polisacáridos.

Todas estas sustancias del Aloe Vera, en nuestros preparados cosméticos, estimulan la regeneración natural, el metabolismo y la irrigación de los pequeños capilares de la piel.

Así la planta actúa cuidando, protegiendo y regenerando.

El extracto natural de Aloe Vera contiene:

Ácido fólico, niacina, caroteno, beta caroteno,

Aminoácidos: Licina, asparagina, serina, ácido glutámico, glicina, alanina, tirosina, histidina, prolina, hidroxiprolina, cisteina, leucina, isoleucina.

Enzimas: Oxidasa, catalasa, amilasa, bradkinasa, celulasa, lipasa, alinasa, fosfatasa, creatina-fosfoquinasa, dehidrogenasa, SGO-Transaminasa, SGP-Transaminasa

Mono y polisacáridos: Aloverosa, arabinosa, galactosa, glucosa, manosa, ramnosa, xilosa, ácido hexuron, ácido glucuron, ácido galacturon, celulosa, pentosana

Amino azúcares: Glucosamina, Galactosamina.

Vitaminas: A, B1, B2, B3, B6, B12, C, PP, E

Minerales: Calcio, Magnesio, Natrio, Sodio, potasio, cobre, hierro, cinc, manganeso, fósforo.

Su ingrediente “milagro” es el germanio.